Es un acto de amor propio y autoconocimiento, donde nos regalamos un tiempo y espacio sagrado para reconectarnos con nuestra esencia más profunda. Nos entregamos a la sabiduría ancestral de la naturaleza, recordando que somos seres interconectados y que nuestra energía es preciosa y sagrada. Al conectarnos con estas fuentes de energía, nos abrimos a recibir las bendiciones del universo y nos fortalecemos en todos los niveles